Tanto el naming, pensado desde la idea de una bebida asociada a la fiesta, como la marca están influenciados por el imaginario de la fiesta elegante española. Cada letra del logotipo tiene su propia historia, y es diversa, porque en las fiestas la homogeneidad aburre y la diversidad enriquece.
Para introducir la idea del mantón de Manila, dedicamos tiempo a recorrer arcas de amigos y mercadillos, buscando auténticos mantones de Manila para inspirar el diseño floral del mantón que finalmente le dio vida. Este proyecto fue un verdadero trabajo de reinterpretación de la tradición. Una revisión contemporánea al servicio de una nueva marca.